Bolivia es la cuna de los ajíes del mundo. Tiene para ofrecer ajíes rojos, amarillos y naranja; de diferentes formas y tamaños y distintos grados de picor que van desde dulces hasta aromáticos.
Es pequeño pero es uno de los ajíes más sabrosos. Llamada la madre de los ajíes porque existe sólo en estado silvestre, la ulupica se destaca, además, por su aroma.